Hola mis churris!! Este mes, como algunos ya sabéis, voy a dedicar los tres posts a hablar de Singapur. En esta ocasión en concreto, os hablaré de mi experiencia viviendo en Singapur.

No sabía muy bien cómo empezar, porque cuando realmente un viaje no es de turismo como tal, pero vas a un país tan distinto, no sé si acabas siendo turista a tiempo completo o un extranjero sin más.

¿Y cómo acabé yo viviendo en Singapur?

Simplemente mi entonces novio (hoy marido), necesitaba mejorar su inglés, porque con sus estudios, su orientación laboral iba a precisar de manejar este idioma. Y yo le dije: “pues hombre si te vas a ir a Londres, no, pero si te vas más lejos me voy contigo”.

Sinceramente ya que nos íbamos juntos, yo creía que lo mejor era toparnos con el mínimo de hispanoparlantes posibles. Bastante íbamos a tener con hablar español entre nosotros.

Me cogí un folleto de EF y estuve barajando opciones, Australia nos habría molado más, pero teníamos que ahorrar mucho dinero, puesto que en un principio íbamos 3 meses pero quién sabe cuánto más podríamos quedarnos si encontrábamos un trabajo. El caso es que para esos 3 primeros meses necesitábamos pagarnos el billete, alojamiento, curso de inglés, etc.

Pues un sitio accesible y donde hablasen inglés, Singapur! 🇸🇬

Singapur que yo no sabía ni dónde estaba en el mapa, y me sonaba a India, o China, o no sé… pero muy lejos.

Pero oye, vamos a vernos unos vídeos de este país. Uy, qué país tan alucinante no? Y esos rascacielos? Y ese clima? Y ese 1% de paro? Aquí comenzó mi experiencia viviendo en Singapur.

No no, vimos el cielo abierto! Un 1% de paro SOLO? Con la super crisis que teníamos nosotros en el 2012? Nos vamos 3 meses pero nos vamos a preparar unos buenos currículums en inglés, y buscamos, que allí hay muchas posibilidades!

Posibilidades? Para ellos!

Pero eso os lo cuento más adelante.

¿Qué saber antes de viajar a Singapur?

La historia del Singapur moderno, del que hoy conocemos, empieza en 1819, cuando el marino británico Raffles descubrió el país, prácticamente despoblado y dijo, pero y esto tan vacío y tan poco explotado qué es? Si tiene la mejor situación marítima de todo el sudeste asiático. Y lo convirtió en un puerto marítimo, el más importante de la zona. Sobretodo entre India y China.

Y trajo a este maravilloso país indios y chinos, para hacer esta comercialización más fácil. A medida que este crecimiento y otras circunstancias ocurrían, incorporaron al pueblo de Singapur nativos de Malasia.

A pesar de la invasión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial y de su integración a Malasia más adelante, en 1965 se declara la República de Singapur.

Esto hace que los idiomas oficiales sean, en primer lugar el inglés, y a parte el malayo, el chino y el tamil (dialecto en India).

Lee Kuan Yew, el ex primer ministro, ya fallecido en 2015, fue el propulsor de una ley anti corrupción modélica. Convirtió a Singapur en el puerto comercial más importante del mundo y consiguió que sea uno de los países más desarrollados. Su “dictadura perfecta” llevó al país al estado de bienestar perfecto, a través de un montón de leyes durísimas y que marcaron la vida de los “singaporean”.

Esas leyes siguen implantadas hoy en día, y presumen de ser las leyes más raras que podéis encontrar en cualquier país.

¿Leyes raras en Singapur? Más de mil, pero yo os cuento las más curiosas!

  1. No comer chicle. No lo venden y no lo podéis meter en el país (no más de dos paquetes por pasajero). Si os pillan son más de 5000$ e incluso cárcel.
  2. No mostrar tu homosexualidad ni ser un heterosexual apasionado en público. Besos de tornillo, no gracias. En ambos casos, hasta dos años de cárcel.
  3. No comer ni beber en el metro. Ojo que si sacas una botellita de agua, notarás sus miradas clavadas. 500$ de multa.
  4. No escupir. No hagáis el guarro, que son 1000$.
  5. No fumar andando, y menos, meter tabaco de fuera de Singapur. La multa por andar con un piti en la mano, 1000$ y si metes tabaco de fuera, en función de la cantidad, hasta 6 años de cárcel.
  6. No crucéis por donde no esté señalizado, multa de 1000$ o 3 meses de cárcel. Dependerá de un juez.
  7. Robos, graffitis, y algo así como delincuencia menor, lleva a parte de cárcel, latigazos en las pantorrillas con una vara. Ojo con el consumo de drogas, porque es delito tanto si lo haces dentro como si lo has hecho fuera. En el aeropuerto hay análisis aleatorios, y si te quitan un pelito de tu hermosa cabellera y en los últimos 90 días te has drogado, te juzgan como si lo hubieras hecho dentro. Latigazos y cárcel.
  8. Y aquí viene lo gore. Delitos mayores como narcotráfico, violaciones, pederastia, asesinatos… PENA DE MUERTE.

No os digo más, creo que ha quedado clarito.

¿Y cómo fueron mis 3 meses en Singapur?

Vale, os he hecho spoiler con que sólo estuve tres meses, encontrar trabajo? IMPOSIBLE. Mi experiencia viviendo en Singapur fue más corta de lo que me hubiera gustado.

Nos hicimos con una residencia muy guay para nuestros 3 meses, y un curso de inglés para todas las mañanas, pero el dueño de la escuela nos regaló también las clases de por la tarde. Que eso nos vino genial.

Pero esto es como lo de LO QUE PIDES EN ALIEXPRESS/ LO QUE TE LLEGA.

Al llegar a la residencia, de maravillosa nada. Una habitación como la de un hotel, con una cama, un baño, un armario enano y un escritorio. La primera en la frente. No teníamos ni una lámpara, ni una mesita, ni nevera, ni tele, ni nada de nada.

Maravilloso, los 3 meses prometían. Evidentemente escribí a la agencia para saldar cuentas porque tal clavada por un servicio tan precario no iba a quedar así. Podemos decir que estoy fue lo peor de mi experiencia viviendo en Singapur.

Las clases estaban muy guays, además en una de las mejores zonas de Singa, en Orchard Road.

Durante los 3 meses que duraba nuestro visado de turista nos dedicamos a conocer el país a fondo, a mandar currículums y a hacer alguna escapada por el sudeste. De ahí que conozcamos Indonesia, Tailandia y Malasia un poquito.

Pero al ver que nuestros ahorros bajaban y que encontrar curro iba a ser difícil, a parte de tener excedencias en nuestros trabajos en España, sin saber si volveríamos a ellos, etc. Nos tuvimos que cortar con los viajes. Además a partir del primer sello de entrada en Singapur, solo te permiten 3 salidas y 3 nuevas entradas. A la cuarta te deportan, del tirón vaya. No te acompañan ni a recoger tu maletita.

Lo bueno de Singapur es que comer por allí es súper barato, lo malo es que teníamos que hacer absolutamente todas nuestras comidas fuera, aún que nos pillamos un calentador de agua y cenábamos muchas veces noodles en nuestro cuarto. Quizás tantas que los aborrecimos.

Como os decía, conseguir trabajo fue imposible. Si tienen un 1% de paro (y ese uno por ciento es gente con problemas médicos) es por algo. Organización no les falta y su trabajo es para ellos. Si quieren a alguien de fuera, lo buscan ellos y buscan al mejor, no a cualquiera.

De hecho cuando intentas optar a un trabajo de manera online, en las ofertas te encuentras en mayúsculas, negrita, color rojo y solo le falta un neón, que te pone: LAS PERSONAS SIN PERMISO DE RESIDENCIA NO SON BIENVENIDAS. Tócatelos! Lo intentamos de todas las formas, hasta yendo a la embajada, pero nada. Imposible.

Además los singaporean no se caracterizan precisamente por ser especialmente simpáticos. Tienen ese gesto de malhuele constante. De hecho viviendo allí salió una noticia en el periódico sobre que su gesto facial era considerado el más desagradable del mundo… joder, y es que me lo creo!

Así que nos mentalizamos de que no iba a ser posible conseguir trabajo y nos centramos en disfrutar del país y de sus alrededores.

A mí de manera particular, me quedó esa espinita, pero recuerdo mi experiencia viviendo en Singapur como una de las mejores de mi vida ❤️

singapore skyline

(Foto muy mala, una noche cualquiera, después de cenar, escuchando música en directo).

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