Holiii!! Continuando con Europa este mes, os traigo una escapada muy chula para un finde: 3 días en Ámsterdam.
Yo la hice así, llegando un viernes por la mañana y volviendo por la tarde el domingo, como también os contaba en Berlín y en Praga.
La historia es que este viaje lo hice hace ya un montón, hará como 9 años. He tenido que revisar mucho las fotos que tengo, que realmente son pocas y bastante malas. Pero al final lo que a vosotros os puede interesar es qué hacer en tres días y yo eso os lo voy a contar!
Me pasó una cosa en este viaje y fue que había overbooking en el hotel, yo reservé el Hotel Sander pero cuando llegamos nos contaron las mil y una historias sobre fallos de agua, luz, etc. Vamos, como si yo no currase en un hotel y no supiera de qué va el rollo.
Total, nos metieron en un taxi, que nosotros no pagamos, y nos mandaron a otro hotel. Un hotel muy chulo y mucho más moderno, pero oh putada, no recuerdo el nombre, y por más que busco no encuentro cuál era!
Penas a parte, os dejo aquí un mapita turístico de la ciudad que igual os es útil para vuestros 3 días en Ámsterdam.

3 días en Ámsterdam:
DÍA 1
Desde el aeropuerto Schiphol cogimos el tranvía que te lleva a la estación central. Salen cada 10-15 minutos. He revisado y el precio es de 3’70€ y funciona de 6:00 a 0:00.
Fuimos al hotel a soltar maletas y nos pasó lo del overbooking. No pudimos hacer el check in pero dejamos el equipaje y a danzar!
Lo primero que hicimos fue coger el tranvía hacia la zona centro. De aquellas yo no recuerdo comprar tarjeta de transporte ni nada por el estilo, sino pagar dentro, pero claro, hace 10 años no me lo montaba tan bien como lo hago ahora. Era todo más sobre la marcha.
He estado mirando un poco el tema del transporte ahora, y el billete sencillo de tranvía (que es lo que mejor funciona en la ciudad) se sigue comprando directamente al conductor y cuesta 2’90€. Pero hay una solución buenísima para 48 horas de viajes ilimitados en tranvía, buses y metro, por 12’20€.
Allí también se estila mucho lo de alquilar bicicleta. Yo como no sé ni montar no me interesé por el asunto (vale, sé que estáis pensando que no he tenido infancia… si que tuve sí, y un hostión del copón, y dije que la bici pa’ Rita). El tema es que si vosotros sois unos Indurain de la vida, podéis alquilarlas en casi todos lados, incluso en la mayoría de hoteles.
Bueno, siguiendo con el día, nosotros lo que hicimos fue separar la zona centro, dividida por el barrio rojo, en parte derecha e izquierda. Esto para organizar los 3 días en Ámsterdam me vino muy bien.
Para empezar os quiero contar que os encontraréis por la ciudad con la simbología XXX, que nada tiene que ver con el porno, aún que las teorías sobre su procedencia son variadas. En específico son 3:
- San Andrés, patrón de la ciudad, murió torturado en una cruz en forma de X.
- La Reina Guillermina definió a la ciudad con tres adjetivos: valor, determinación y misericordia.
- Los desastres que han afectado a la ciudad a lo largo de su historia: los incendios, las inundaciones y la peste.

Pasear por los canales de Ámsterdam me resultó super especial. Sus canales, sus bicis, su casitas… Me parece una ciudad tan amorosa.

Por la mañana hicimos la parte derecha:
– Barrio Judío: en tan sólo un kilómetro cuadrado podéis dar una vuelta y ver por ejemplo la Sinagoga Portuguesa y el Museo de la Historia Judía. La sinagoga es portuguesa porque los primeros en llegar fueron los judíos sefardíes de España y Portugal , pero tras la guerra, todo quedó derruido. Tuvieron que pasar más de 350 años para que dicho barrio empezase a renacer.
– Casa Rembrandt: se encuentra en el barrio judío, y está convertida en museo, como tantas otras casas de pintores famosos en Europa.
– De Waag: es el edificio no religioso más antiguo de Ámsterdam. Cuando derribaron las murallas de la ciudad, esta fue la única puerta que mantuvieron en pie. A su alrededor se creó el Mercado Nuevo. Más tarde se le agregó el techo para albergar una prisión, pasó a ser incluso un museo, pero a día de hoy promociona nuevas tecnologías, y en la planta baja hay una cafetería.

(La foto la hicimos al día siguiente por la noche).
Y por la tarde hicimos la zona izquierda:
– Oude kerk: Es la iglesia (y el edificio en sí) más antigua de Ámsterdam. Es un poquito impactante que las lucecitas y las mujercitas del Barrio Rojo rodeen esta iglesia.

– Plaza Dam: sin duda es la plaza más importante de Ámsterdam. En torno a ella se creó la ciudad. Llama la atención el obelisco situado justo en el centro, es el Monumento Nacional, y homenajea a los soldados holandeses caídos en la segunda Guerra Mundial.

(También tomada al día siguiente por la noche)
– Iglesia Nueva: data del siglo XV y es la iglesia más visitada de la ciudad, entiendo que por su situación tan céntrica y tan cercana a la Plaza Dam. Aún así ni esta ni la Oude kerk se utilizan para fines religiosos (excepto por la boda Real). Es más centro de exposiciones o recitales de órgano.
– Palacio Real: como pasa con el Palacio Real de Madrid, no es residencia habitual (los de Holanda viven en La Haya), se utiliza para entrega de premios, recepciones especiales y algunos acontecimiento oficiales. Es visitable todos los días del año de 10:00 a 17:00 y la entrada son 10€. En nuestro caso no entramos, pero ahí queda.
Parecerá que no es mucho pero para ser el primer día estábamos molidos, así que nos fuimos al hotel con algo de comida basura y a descansar para así darle caña al día siguiente.
DÍA 2
Por la mañana visitamos dos museos, estábamos en esa zona, así que fuimos andando. Para 3 días en Ámsterdam tendréis que elegir bien los museos que queréis visitar.
Los museos eran el Rijksmuseum y el Museo de la Tortura. Nuestra primera intención en vez de el de la tortura era el Museo Van Gogh, pero había una cola de estas que te asustas solo de pensar que se te va a pasar toda la mañana ahí esperando. Así que hicimos cambio de planes y nos fuimos al Rijks.
– Museo Van Gogh: con más de 200 pinturas y más de 500 dibujos de este pintor, podéis visitar este museo todos los días de 9:00 a 17:00 (viernes y sábado hasta las 21:00) por 18€. A mí me habría encantado porque soy super fan de Van Gogh, pero bueno, pude ver algo en el Rijks.
– Rijksmuseum: Abierto todos los días de 9:00 a 17:00 y la entrada cuesta 17€. Contiene la colección más grande de cuadros del Siglo de Oro holandés.

– Museo de la Tortura: esto es un poco friki, pero yo soy muy de pelis de terror y ese rollo gore, así que se me apeteció mucho visitarlo. Podéis encontrar un buen número de instrumentos de tortura de la época medieval, con la explicación pertinente de cómo se usaban. Visitable todos los días de 10:00 a 23:00. El precio es de 7’5€.
Justo al lado del Museo de la Tortura estaba el Mercado de las Flores, fenomenal!! Muy sensato todo, salir de ver torturas y meterte en un mercado de flores a oler margaritas. A veces pienso que los choques emocionales me favorecen.
El mercado de las flores abre todos los días de 9:00 a 17:30, excepto los domingos que abre a las 11:00. Aún que el mercado es flotante, apenas se aprecia porque está perfectamente anclado a tierra. Para mí es un paseo delicioso, sobretodo para la vista (incluso para el olfato).
Esto sí que tenéis que meterlo en los 3 días en Ámsterdam.
Encima los tulipanes, que son típicos de Holanda, a mi me vuelven loca. Así como dato curioso, os cuento que cuando me casé, absolutamente todas las floristerías me insistían en que la mayoría de flores llegaban de Holanda. Y a mi se me venía este mercado siempre a la cabeza.

En sentido opuesto al mercado de las flores, al otro lado del canal, nos topamos con De Krijtberg, que es una iglesia católica y de construcción neogótica, que en sus orígenes era clandestina.

Después de estas visitas fuimos a comer por esa zona y luego al hotel a descansar un ratito.
Como era Noviembre oscurecía muy pronto y esto nos vino genial, ya que por la tarde/noche nos dirigimos al famoso barrio rojo. Para esto también cogimos el tranvía. Y cenamos por la zona, bueno, dejando las lucecitas a un lado.
En Ámsterdam, ya en la Edad Media, los burdeles eran administrados por el comisario. Los primeros escaparates aparecieron en el siglo XVII. Las prostitutas alquilan estos escaparates para ofrecer sus servicios, osea, que pagan impuestos. De todas formas desde 1911 la prostitución es legal en los Países Bajos.

Dar un paseo por esta zona, llena de neones rojos, es más que peculiar, de hecho es un imprescindible para nuestros 3 días en Ámsterdam, pero ojo con sacarle fotos a las prostis, porque os podéis buscar un problema.
Como la noche iba de vicios entramos en un coffee shop para ver cómo funcionaba el asunto. El nombre del garitazo era Bulldog (al parecer son los más famosos). Resulta que tienes un mostrador enorme, dividido en Marihuana y en Hachís. Como con 15 tipos de cada cosa, con nombres distintos (entiendo que con distintas procedencias también). Dependiendo del que fuese tenía un precio u otro, y creo recordar que se vendía por gramos. A parte tenías barra libre de papel de liar.
A mí me da la sensación de que esto es para consumir allí, en el coffee, que no lo puedes sacar, es más juraría que fuera (por lo menos en la calle) su consumo es ilegal.
Y otra cosa muy curiosa es que donde se consume droga, no te venden alcohol. Será por evitar cebollazos de campeonato.
Pero vamos, que ya si alguno vais interesados por esta índole, tendréis que informaros mejor, porque yo soy solo una simple curiosa!!
DÍA 3
Hoy ya era el día de la vuelta, así que decidimos ir a desayunar tranquilamente y dar un paseo hasta el famoso parque Vondelpark.
Me da mucha rabia no haber localizado el hotel, porque recuerdo que estaba muy cerca de este parque, bueno, como a un paseo de cerca.
El caso es que de camino al parque, nos encontramos con un pasacalles, era como un festival, y la avenida estaba llenita de gente!



El parque es una pasada, muy muy recomendable. Me recordó a nuestro parque de El Retiro, pero mucho más cuidado, más verde, no sé. Especial. Y con esos colores que el otoño te ofrece. A parte, es el parque más grande de Ámsterdam y el más importante de Holanda. Si tenéis tiempo, id a disfrutar de un paseo.


Comimos cerquita del hotel, recogimos nuestras maletas y volvimos a coger el tranvía, esta vez dirección aeropuerto.
Qué chulo Ámsterdam, que distinto, que liberal, que bien controlado el vicio.
A la vuelta me plantee, que parece que las cosas que son más “ilegales” o que más mafias mueven para nosotros, como son la prostitución y las drogas, allí haciéndolas legales, estaban mejor controladas. A los que habéis estado, ¿no os lo ha parecido?
Un poco como la sensación de cuando nuestras madres nos decían: no hagas eso! y a nosotros más nos apetecía. Y cuando no te lo prohibían, no le dabas mayor importancia. Estaba ahí y si querías las cogías y sino no.
Anyway, el finde en Ámsterdam fue GENIAL! Os lo recomiendo al 100%.

Cualquier duda o anotación sobre cómo organizar 3 días en Ámsterdam, ya sabéis, aquí estoy!! 😘