Hola de nuevo mis viajeros!! Este mes estoy a tope con Europa, y os quería mostrar en el post de hoy qué hacer en 3 días en Praga, después del éxito de 3 días en Berlín.
Esta escapada yo la hice hace ya unos años, y me he ido fijando en las fotos que tengo y un mapa de la ciudad de cómo organicé mis diitas para explotarlos al máximo.
Como introducción deciros que Praga, capital de la República Checa, es una de las joyas de Europa Central. Su moneda es la corona checa (yo os aconsejo cambiar al llegar allí, yo lo hice cerca de mi hotel). Durante los siglos XII y XIX era una de las capitales europeas más importantes de Europa pero tras la segunda guerra mundial , la dictadura nazi y la caída del muro de Berlín, la ciudad se ha tenido que reinventar.
Nosotros volamos con Czech Airlines, muy pronto por la mañana. Tanto que casi perdemos el vuelo 😓, y la vuelta la hicimos por la tarde/noche.
El hotel en el que nos quedamos fue el EA Sonata Praga, muy bien localizado, a unos 7 minutos a pie de la plaza de Wenceslao. Y como siempre, lo reservé a través de booking.com 😬
Como dato, os cuento que yo viajé en Febrero, ya sabía que iba a hacer frío pero coñe, -18ºC es el cumple de Pingu! Menos mal que íbamos abrigadísimos. Creo que jamás he pasado tanto frío. Eso sí, hay sitios que nevados triplican su hermosura, y Praga es uno de ellos ❤️
Bueno, paso a detallaros cómo organicé yo mis días.
3 días en Praga:
DIA 1
Llegamos como os digo muy prontito, sobre las 9:00, lo cual es genial porque cuando solo cuentas con 3 días en una ciudad, cuanto antes llegues y más tarde te vayas mejor.
Al llegar al aeropuerto había un mostrador de transfers/taxis oficiales al centro, y directamente cogimos uno hasta nuestro hotel. Hacer el check in era lo de menos, nosotros con soltar maletas ya teníamos suficiente.
Obviamente la habitación no estaba lista así que dejamos las cosas, nos dieron un mapa y nos fuimos a patear ya desde primera hora.
Os dejo más abajo un mapa que me he bajado de la página del bus turístico pero para explicaros un poco cómo hice el recorrido me viene de perlas.
Podéis ver claramente la ciudad dividida en dos por el Río Moldava (el cual yo me encontré casi congelado en su plenitud).

Os hago spoiler 😂 y os digo, que el primer día lo que visité fue el lado derecho del mapa, el segundo hicimos excursión a una ciudad cercana y el tercero nos fuimos al lado izquierdo del mapa.

Y lo hicimos todo andando! No cogimos el transporte público para nada. Solo para el aeropuerto (taxi) y para la excursión del segundo día que más adelante os desarrollaré.
Bueno y en ese lado derecho del mapa, qué vamos a ver? Dividimos la ruta en mañana y tarde.
Normalmente cuando yo llego a una ciudad me encanta darme una vuelta un poco sin rumbo, empaparme de lo que veo pero sin ser turista, solo observando edificios y comportamientos de la gente.
Una de las cosas que más me sorprendió al principio fue ver a la gente comiendo helados con el frío que hacía! Me encanta cuando veo cosas distintas a lo que estoy acostumbrada en España.
Bueno lo único que llevábamos claro era el sentido, y la primera parada fue La Plaza de Wenceslao.

A la plaza le da nombre San Venceslao, patrón de Bohemia. Es una plaza muy famosa, donde se han desarrollado manifestaciones (incluidos los nazis), celebraciones, reuniones públicas y donde han sucedido durante años una buena cantidad de hechos históricos. Como la lectura de la independencia de Checoslovaquia en 1918.
El edificio que se ve detrás es el Museo Nacional.

Y este es el otro punto de vista de la plaza, una gran avenida llena de restaurantes, comercios, oficinas de cambio de moneda (aquí es donde nosotros cambiamos pasta), hoteles, bancos e incluso garitos de striptease. Como podéis ver, iba bien abrigada 😂
Cuando acabas la avenida, a la derecha te encuentras que al final hay una gran torre, y es la famosa Torre de la Pólvora.

Dicha torre era y sigue siendo considerada la entrada a la Ciudad Vieja, y fue utilizada por los militares para guardar el elemento que le da nombre.
Por otro lado, si queréis podéis subir y utilizarla de mirador, ya que desde ella se observa muy bien “la ciudad de las cien torres”, es decir, Praga entera.
Si continúas hacia la misma izquierda ya estás entrando en Josefov, el barrio judío. Su nombre se lo da Jose II, gobernador que hizo mucho por la integración de los judíos en la ciudad a partir del año 1850.

Esta es la Sinagoga de Jerusalem, la más actual de Praga y la que a mí más me gusta, ya que creo que representa muy bien al barrio. Es la integración de lo antiguo y lo moderno, y de hecho esta es la más transitada por los judíos de la ciudad.
Aún que yo no tengo fotos bonitas del resto del barrio, os quiero recordar que tenéis más cosas que hacer en Josefov, ya que hay un total de 6 sinagogas más (Alta, Española, Klausen, Maisel, Pinkas, y Vieja-Nueva), el cementerio judío y el ayuntamiento del barrio judío.
Seguimos andando para bordear la Plaza de la Ciudad Vieja, ya que en ella nos íbamos a detener en la tarde, dirección orilla del río.
Nos topamos con el convento de Santa Inés de Bohemia, también visitable por dentro.

Y llegamos al río por donde seguimos con nuestro paseo.

Pasamos de largo por el Puente de Carlos, ya que eso sería otro capítulo, y seguimos hasta el Teatro Nacional, conocido como el alma mater de la ópera checa, hace que su pueblo se sienta orgulloso del nivel de arte al que han llegado.

Me encanta la construcción del edificio, de aires neo-renacentistas.
Desde aquí, entrando hacia la izquierda vuelves a la avenida de la plaza de Wenceslao. Donde hicimos una parada para comer. Después de comer decidimos ir al hotel para ya hacer el check in y descansar un poco. Tenía tanto frío! Recuerdo llenar la bañera de agua hirviendo para darme un baño y que del frío de mi cuerpo, el contraste me doliera.
Después de un buen baño y de una siesta para recuperar fuerzas y el calor corporal, volvimos a recorrer las calles de Praga para llegar a la Plaza de la Ciudad Vieja.
Es una plaza con ese rollo que a mi me encanta, que no sabes hacia donde mirar o hacia donde dirigirte primero. Y es que emana arte e historia por sus cuatros costados. Es una de esas plazas llenas de vida de una ciudad, donde la gente se reúne en nochevieja, o donde ponen los famosos puestos navideños, incluso donde televisan algunos deportes, etc.
Entonces, ¿qué ver en esta plaza?
– Iglesia de Nuestra Señora de Tyn: es una iglesia gótica por fuera pero barroca por dentro, que data del siglo X. Sus dos torres puntiagudas predominan en el cielo de Praga.

(Aquí mi padrino bien abrigado como manda el frío polar)
– Ayuntamiento de Praga: realmente se compone de varios edificios que se fueron añadiendo en función a las necesidades del pueblo. Como pasa en todas las ciudades por donde el nazismo pasó, sufrió multitud de daños que hubo que ir restaurando con el paso del tiempo.

(Aún que en la foto no se ve el Ayuntamiento entero, quería enseñaros esta foto porque se aprecia la vidilla de la plaza).
– Reloj Astronómico: este reloj astronómico medieval, forma parte de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Según la leyenda escrita por Alois Jirásek, el mecanismo del reloj astronómico fue construido por el maestro Hanuš (cuyo verdadero nombre era Jan Růže) y por su ayudante Jakub Čech en 1490. Los ediles cegaron al maestro Hanus para que no pudiera construirse una copia del reloj. Čech vengó a su maestro introduciendo una mano en el mecanismo, atascándolo e inutilizándolo, a costa de quedar a su vez manco.
Y tras la visita era hora de ir a tomar una cerveza. Yo llevaba apuntado un sitio muy chulo desde casa, pero cuando un sitio es famoso vas con el miedo de que esté lleno. Pero tuvimos suerte! Entramos a cenar 😬
El lugar se llama Vytopna, y se encuentra exactamente en la calle Vaclavske Namesti 802/56. Es súper divertido, te sientas en la mesa, pides, el camarero te trae la comida y las cervezas te la trae un tren!! El restaurante está lleno de railes por todos lados, os lo recomiendo 100%

Después fuimos dando una vuelta por la ciudad hacia nuestro hotel e hicimos una parada para tomar un chupito de Jagermeister en una típica Absentería. Dormimos calentitos y del tirón!

DIA 2
Hoy íbamos a hacer una excursión muy chula, de estos sitios a los que te apetece ir ya desde que planeas el viaje, y era Pilsen.
Desde la estación de trenes llegas en 1 hora y media, y merece mucho la pena. Nosotros compramos los billetes en el momento y sin problemas.

Esta es la estación principal de Praga, se llama Hlavni Nadrazi.
Había dos cosas que yo quería hacer: ir a la Catedral de San Bartolomé y la visita a la fábrica de cerveza Pilsner Urquell.
Pero una vez que estás allí te vas topando con cositas que tiene Pilsen que son muy chulas, como por ejemplo la Gran Sinagoga y el Museo de Bohemia.


Total, que fuimos andandito hacia nuestra primera parada, que era la catedral.
Primero me pongo profunda y luego os cuento la gilipollez por la que quería ir a San Bartolomé.

Ni qué decir tiene que la iglesia es preciosa, gótica, y convertida en catedral cuando en 1993 se creó la diócesis de Pilsen.
¿Por qué quería ir yo? Resulta que en la parte de atrás hay una reja adornada con cabecitas de ángeles. Cuenta la leyenda que un verdugo, el día de su boda, tocó uno de estos angelitos (los verdugos no podían entrar a las iglesias) y bajo la creencia de que lo que tocan los verdugos, da buena suerte, se corrió la voz y desde entonces todo el mundo va a tocar la cabecita de ese ángel.


Así que no iba a ser yo la que se volviera de la República Checa sin tocar dicho angelito, creyéndome más afortunada que el minuto anterior.
Comimos en un hotel que había por allí y nos fuimos a la fábrica para hacer el tour guiado, que por cierto no lo había en español, así que lo cogimos en inglés e íbamos mi padrino y yo solos con el tipo por la fábrica. Muy cachondo el asunto porque mi padrino no habla inglés, entonces el notas me lo explicaba a mí y yo se lo traducía a mi padrino.

A ver, es una fábrica de cerveza, sin más, pero molaba el tour porque te enseñaban mucho sobre todo el proceso y al finalizar el recorrido te llevaban a los barriles y te daban un vasito de la más auténtica Pilsner Urquell.




Nosotros el tour lo contratamos directamente en la puerta, podéis ver información sobre horarios, precios, etc. en esta web:
http://www.prazdrojvisit.cz/en/tours/pilsner-urquell-brewery-tour/
Volvimos hacia Praga en nuestro tren y cenamos por la plaza de Wenceslao, que era lo que mejor nos pillaba de nuestro hotel.
DIA 3
Hoy tocaba otro de esos pateos que marcan historia. No sé por qué no cogimos ni un mísero tranvía. En nuestro fuero interno nos debíamos creer más turistas por acabar con las piernas a punto de la amputación. Pero va, antes de marcharnos tocaba lo que os decía en el mapa un poco antes. La parte izquierda al río, la Mala Strana.
Nuestra idea era ir rectos hasta lo alto de Monte Petrin, ya que decían que eran las mejores vistas de la ciudad. Y la verdad que la pateada mereció la pena.

(Vaya colores, ni Heidi en su mejores momentos, puto frío)
Llegamos hasta la Torre Petrin, a la cual también se puede subir, pero nosotros pasamos. Recuerda mucho a la Torre Eiffel solo que esta es bastante más bajita.

Mirad que bonita se ve la iglesia de San Lorenzo, con todo nevado ❤️

Fuimos bajando y seguíamos con vistas súper chulas.

Seguimos bajando y nos topamos con el Castillo de Praga, que a la vista parece más un palacio que un Castillo, pero este tipo de ciudades donde las reconstrucciones son continuas acaban derivando en imágenes distintas a las usuales.


El Castillo de Praga es el castillo medieval más grande del mundo, en él se encuentran las joyas de la corona de Bohemia.
Justo en frente nosotros encontramos unas indicaciones de un restaurante italiano, bajando unas escaleritas. Si lo veis, os lo recomiendo porque me comí una pizza deliciosa!
Y ya sí, bajando por sus calles, desembocamos directos al Puente de Carlos, el cual cruzamos despacito, fijándonos en todas sus figuras.


El Puente de Carlos es el más antiguo de la ciudad, como podéis ver en el mapita que os puse, une la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña (Mala Strana). Son 500 metros de largo y en su día eran cuatro carriles para paso de carruajes. Las 30 esculturas representan a los santos y a los patrones destacables de la época en la que se hizo el puente (1683-1714).
De aquí nos fuimos a nuestro hotel a recoger las maletas y a coger un taxi hasta el aeropuerto.
Hasta aquí llegaban nuestros 3 días, cortitos pero intensos, en los cuales pudimos conocer bien la ciudad y hacernos una buena idea de lo que la ciudad de Praga puede ofrecer ❤️

¿Y vosotros? ¿Conocéis Praga? ¿Tenéis idea o ganas de ir?
Espero que os haya gustado y como siempre, ser un poco de ayuda!! 😘