Feliz Navidad mis viajeros!! Hoy vamos a hablar del preciosa ciudad de Füssen y el Castillo de Neuschwanstein.
Lo voy a poner junto, porque a pesar de que el castillo la gente lo suele visitar desde Munich, de donde sale un tren que dura unas 2 horas por trayecto, yo os recomiendo que durmáis en Füssen.
Füssen es una ciudad de la Baviera alemana, pequeñita y visitable en tan solo una tarde. Es una de esas ciudades que tiene como el encanto navideño durante todo el año, ya que por su posición entre montañas, incluso en verano, es bastante fresquita. Nosotros fuimos en pleno agosto, y la temperatura máxima fue 13ºC.
Sus calle estrechas, con casas típicas de colores, su plaza principal, el encanto de ver montaña a su alrededor, incluso encontrarse a pie de río, hace de esta ciudad una parada digna de visita.

Y desde aquí es desde donde sale los autobuses a la base de los castillos. Porque aunque el castillo más famoso es el de Neuschwanstein, también existe en el mismo área el castillo de Hohenschwangau. de hecho cabe la posibilidad de visitar ambos. Pero vamos por pasos.
Cómo llegar de Füssen a los Castillos de Neuschwanstein y Hohenschwangau:
Desde Füssen podréis coger el bus 73 o 78, normalmente si os quedáis en alguno de los hoteles de la ciudad, os regalan una tarjeta de transporte para usar los autobuses gratis. Estos autobuses os dejan en el centro de información de los castillos, donde podéis comprar los tickets para visitar uno o los dos castillos, o también donde recoger las entradas, las cuales yo os recomiendo reservar online.
Como nosotros ese día veníamos desde Hallstatt nos dio miedo reservar los tickets y luego perder ese dinero si no llegábamos a tiempo. Pues cuando llegamos a la oficina de venta, las entradas estaban agotadas, así que nos tuvimos que conformar con ver los castillos por fuera.
Para subir al castillo hay dos formas: andando unos 40 minutos o en shuttle desde donde andas solo 15 minutos. La tercera opción NO LA RECOMIENDO porque es en carruaje, pero por favor, DEJAD DE USAR ANIMALES, colaborad en un turismo responsable!
Nosotros utilizamos el shuttle para subir, el cual se coge en el parking cercano al castillo de Hohenschwangau. Nos costó 2’50€, pero existe la posibilidad de pagar 3€ por un ticket de ida y vuelta. En nuestro caso bajamos andando, que al ser cuesta abajo no tiene complicación alguna.
Un poco de historia sobre los Castillos de Neuschwanstein y Hohenschwangau:
El castillo de Hohenschwangau fue el lugar donde vivió su infancia del rey Luis II de Baviera, conocido como el Rey Loco, y fue mandado construir por su padre, el rey Maximiliano II de Baviera.
El castillo de Neuschwanstein fue construido por orden del Rey Loco en 1866. En un primer momento se le dio el nombre del Nuevo Castillo Hohenschwangau, en honor a su residencia de infancia, con la orden de que por fuera recordase a un castillo de hadas, pero por dentro tuviera todas las modernidades de la época.
El Rey Luis II de Baviera era conocido como el Rey Loco porque le gustaba vivir en un mundo de fantasía, a parte de tener un carácter muy introvertido y ser muy excéntrico, el rey era una persona muy solitaria, odiaba estar con gente y mucho menos el bullicio.
Una de sus peticiones, escritas incluso en su testamento, fue que echaran abajo este castillo tras su muerte. Una muerte que llegó tan solo 172 días después de comenzar a vivir aquí , cuando se le obligó a abdicar, y en extrañas circunstancias, cuando paseaba por las colinas de la zona.
Fue tras su muerte, cuando el castillo pasó a llamarse Neuschwanstein, y siete semanas después fue abierto al público, a pesar de su deseo expreso de que lo demolieran. Menos mal que no le hicieron caso.
El Castillo de Neuschwanstein fue elegido por Walt Disney como símbolo de la compañía, desde que fue el modelo a seguir como Castillo de la Bella Durmiente. Es más, el castillo símbolo de Disneyland París, completamente visitable, es una réplica de esto que os cuento.
Miradores de los Castillos de Neuschwanstein y Hohenschwangau:
Efectivamente, la joya de la corona es el Castillo de Neuschwanstein, y Hohenschwangau se mantiene a la sombra, pero tanto si decidís y podéis visitarlos por dentro, observarlos por fuera en ese entorno, no tiene desperdicio.
Mirador Jugend en el Marienbrücke o Puente de María, nombre dado por la madre del Rey Loco, ya que el Rey Maximiliano II le regaló este puente panorámico a su mujer.
Desde aquí se obtienen las vistas más famosas del Castillo de Neuschwanstein, pero tened en cuenta, que por la afluencia de turistas, pasar al puente os costará una cola de unos 30-40 minutos.

Normalmente la gente entra a la pasarela del puente, y luego retrocede para marcharse, pero si lo cruzáis entero, luego hay unas indicaciones para seguir un sendero de trekking que te lleva a la cima del monte Tegelberg.
Esta ruta de senderismo lleva como unas 3 horas y media, pero tan solo a 5 minutos de subir por este sendero, hay un mirador, el cual nosotros encontramos vacío por la climatología (supongo) y desde donde se pueden observar ambos castillos y todo su entorno.


Como podéis comprobar, ya solo por ver el espectáculo visual desde fuera, merece la pena.
Nos habría encantado poder verlos por dentro, pero bueno, si en algún momento volvemos por la zona, no dudaremos en hacer la visita.
Si estáis pensando en conocer Füssen y el Castillo de Neuschwanstein, os lo recomiendo muchísimo, y como siempre, cualquier duda o sugerencia, podéis dejarla en comentarios o mandándome un email.
Nos vemos en el próximo post mis viajeros!!